viernes, 31 de mayo de 2013

Capítulo 25 - Cambio de vida

NARRA VIRGINIA:

-Ey, Virginia, despierta cariño, despierta.-dijo la voz de mi madre.

Yo entreabrí lo ojos y pude ver mi antigua habitación, casi toda vacia. 
-Venga, hoy te vas a Londres y tienes que coger el avión.

Me froté los ojos para intentar despertar, pero me era imposible. Parecía que acababa de despertar de un sueño dulcísimo.
-Pero, yo ya tengo que estar en Londres, cogida de la mano de Zayn...Y Belén...
-Belén acaba de llamar diciendo que te recoge en media hora, asi que date prisa y baja a desayunar.

Me vestí a regañadientes y bajé aún sin creerme lo que estaba pasando. Miré el calendario de la cocina: 10 de Junio. ¿No estábamos en diciembre hace unas horas?

Cogí unas tortitas y un café y me lo llevé al sofá. Marina, Sandra, Maria, Miriam, Taylor, Belén... Todas ellas existían en realidad, no eran fruto de mi imaginación. Sin embargo, todo lo que había pasado, ¿era mentira?

Llamaron al timbre justo cuando me terminé el café, y fui yo a abrir la puerta. 
-¿Preparada?-dijo Belén
-Si, hay muchas cosas que te quiero contar.
-Pues despídete y nos vamos.

Abracé a mi madre y a mi hermana y me monté en el coche, dejando las maletas en el maletero. 
-¿Y qué era eso tan importante que me tenías que contar?
-Créeme, va para rato.

Empecé a contarle todas las cosas que habíamos vivido con los chicos, desde el encuentro con Louis en el aeropuerto hasta la pedida de matrimonio de Harry a Marina. 
-Pues si se cumpliera, sería la chica más feliz del universo.
-Ojalá-dije suspirando.

Al llegar al aeropuerto, no vimos a nadie, ni a los chicos ni a las fans. Y bueno, en el avión tampoco, ni siquiera estaba Marina para hacernos compañia.
-Es que todo parecía tan real...
-Bueno, esto es el comienzo del resto de nuestra vida, ya se verá lo que pasará.

Al desembarcar del avión, nos fuimos directas a la Universidad, en la que tampoco estaban inscritos los chicos. 
-Aún queda tiempo Virginia, no te impacientes.

Nada más desempaquetar las maletas, nos fuimos a conocer a nuestra compañera, Ana, y al terminar, me cogí mi chandal y me fui a correr por fuera.

Iba tan preocupada por todo, que no me di cuenta de que un moreno venía directa a mi. Los dos chocamos y nos caímos al suelo.
-Perdoname, que patoso soy.
-No, la culpa ha sido mía, no te he visto. 
-Estás bien seguro? 
-Sí, gracias. 
-Por cierto, soy Zayn.

Y entonces me fijé en su cara, y en efecto, era Zayn, Zayn Malik, el de mis sueños.
-No espero que me creas, pero estoy seguro de que nos hemos visto antes.
-Sí, puede ser, soy de rasgos comunes-dije yo
-No, en alguna especie de sueño que he tenido hoy, salías tú, estoy seguro.
-Pues no espero que me creas, pero yo también he soñado contigo hoy.

Los dos nos miramos por segunda vez y nos sonreímos. Que dulce era el final, el final del principio.