domingo, 27 de enero de 2013

Capítulo 17-Maria y Belén

NARRA BELÉN:

Me levanté con unas ganas terribles de vomitar, seguramente fueran las chuches de ayer. Louis seguía durmiendo y me bajé abajo a desayunar.

Me preparé un té caliente y unas galletas. Me senté en el sofá y me puse a hacer zapping en la televisión. Cuando estaba viendo un programa de música, Louis bajó y se sentó a mi lado.
-Buenos días cielo-me dijo dándome un beso en la frente.-¿Qué hora es?
-Todavía es pronto, son las 11.
-¡Las 11! ¡Es tardísimo! ¿Por qué no me has despertado?
-Yo en España me solía despertar incluso más tarde. Soy muy dormilona.
-Bueno, esto no es España.
-Espera, ¿te has enfadado?
-Tenía cosas que hacer, y ya no puedo hacerlas.
-Louis no te pongas así. No lo he hecho a posta.
-Ayer te dije que me despertarás a las 10.
-Pues no lo oí. Pero, vamos, que si tan importante es eso que tienes que hacer, me voy.

Estaba muy enfadada. ¿Por qué se había puesto así conmigo? No lo entendía, pero no tenía derecho a hablarme así. Ya estaba lo suficiente mal para que viniera un idiota y me gritara. Me puse el vestido, recogí mi ropa y me marché dando un sonoro portazo.

NARRA MARÍA:

Nada más levantarme, pude oler a tortitas recién hechas. Me puse de pie, y bajé las escaleras.  Saludé a Liam con un beso y él siguió con su trabajo.
-Las tortitas están sobre la repisa de la cocina. Espero que te gusten.
-Gracias Liam.

Cogí el plato y un tenedor, y me senté en el sofá a ver la tele.
-¿Qué haces?
-Viendo facturas y gastos.
-Mmm, ¿y tienes tiempo para mí?
-Para ti siempre tengo tiempo-dijo acercándose a mí.

Me envolvió en un abrazo y empezó a acariciarme el brazo cariñosamente. Me dio un beso en los labios, y me revolvió el pelo.
-Siempre te querré. Siempre.
-Si te das cuenta, aún no me has pedido salir.
-¿No? Pues, ¿saldrías conmigo?
-Claro-dije con un beso.- ¿Me llevas a la Universidad?
-Sí, vamos.

Cogimos su coche, un Lexus con techo solar, y me llevó a la Universidad.

-Bueno cielo, ya nos vemos, ¿vale?
-Claro guapa.

Me dio un abrazo y un beso y se fue. Abrí la puerta y me quedé hablando un rato con Miriam.

NARRA BELÉN:

Estaba en la habitación, tumbada en la cama, escuchando 'Die in your arms' cuando llamaron a la puerta.
-¿Quién?-dijo Marina.
-Soy Louis.

Apagué la música y me senté sobre la cama sobresaltada.
-¿Le abro?-susurró Marina.
-Dile que me estoy duchando.
-Louis, se está duchando-dijo abriendo la puerta un poquito.-Vuelve más tarde-dijo cerrándola, pero Louis fue más rápido y puso un pie entre esta y la pared.
-Venga, tengo que hablar con ella.

Marina me miró y yo le asentí con la cabeza. Ella volvió a abrir la puerta y le dejó pasar.
-Siento haberte mentido.
-No pasa nada Marina. ¿Nos dejas solos?
-Sí claro.

Ella se fue y Louis se sentó a mi lado. Me iba a acariciar la cara, pero yo me aparté. Estaba muy enfadada.
-¿Me perdonas?
-¿Te crees que por venir aquí ya te voy a perdonar?
-Podrías...
-¿Por qué empezaste a hablarme así?
-Me he levantado con el pie izquierdo. Lo siento mucho.
-¿Y eso es motivo para gritarme? Que te quede claro una cosa, no me gusta que me traten como a un objeto. Soy igual que las otras personas.
-En eso te equivocas. Tú eres mucho mejor que las otras personas. Por favor, perdóname. Te quiero muchísimo.
-Demuéstramelo
-Está bien. A las 7 vengo a recogerte.
-¿A dónde vamos a ir?
-Sorpresa, sorpresa.

(...)

Ya estaba lista. Opté por un top de tirantes y una falda de color coral, ya que no hacía mucho frío. De nuevo llamaron a la puerta, aunque esta vez, abrí yo.
-¿Lista?-dijo tendiéndome el brazo, pero yo lo evité.
-Sí. Vámonos.

Me monté en su BMW y puse la música para evitar conversaciones con él. Louis bajó el volumen y yo lo volví a subir.
-Me voy a quedar sordo Belén-dijo volviéndolo a bajar.

Por fin llegamos, a la playa.
-Louis yo me pongo ropa cara, y tu me llevas al mar.
-Creía que te gustaría.
-Y me gusta, pero podrías haberme avisado.
-Ponte esta venda anda.

Me puse el trozo de tela que me indicó Louis y él me guió hasta su destino. Me quitó la venda y pude ver lo que había hecho.

Un mantel beige se extendía en el suelo, sobre el que había una cesta de picnic y unas bengalas estaban iluminando la escena. Se me encogió el corazón por haberle tratado tan mal, cuando él aún me quería muchísimo.
-Gracias Louis-dije abrazándole.
-No es nada princesa.

(...)

Habíamos terminado de cenar, y estábamos dando un paseo por la playa juntos.
-Es increíble que ya hayamos tenido nuestra primera discusión-dije.
-¿Discusión? ¿Por qué no lo miras mejor como nuestra primera reconciliación?

Me había dejado sin palabras, y solamente le di un beso. Él se puso de rodillas y sacó una cajita. No podía ser verdad.
-¿Te gustaría ser mi esposa y vivir un siempre junto a mí?
-Por supuesto-dije lanzándome a sus brazos.

Pasaron las horas, y llegó el momento de recoger. Cogimos nuestras cosas, y fuimos de nuevo a la Universidad.

Me despedí de Louis y entré en la habitación. Marina estaba tumbada en la cama, y por primera vez, me fijé en el anillo que llevaba.
-¡Marina! ¿Y ese anillo?
-Oh, quería esperar a que viniera Virginia, pero como no está, te lo digo a ti. Harry me ha pedido matrimonio.
-¿En serio? Felicidades Marina-dije abrazándola.
-¿Te crees que yo no me he fijado en el tuyo? ¿Louis también?
-¡Sí! Me lo ha pedido en la playa, todo muy romántico.
-Pues ya tenemos dos novias en la habitación. Solo falta Virginia.
-Por cierto, ¿y Virginia?
-No sé, supongo que vendrá dentro de nada.

NARRA MARÍA:

Estaba en la habitación, esperando a que la nueva llegara, cuando me llamaron al móvil.
-¿Sí?
-Soy yo, Liam. Te echo de menos.
-Y yo, estoy sola esperando a mi nueva compañera.
-¿Te apetece si nos divertimos un poco?
-La verdad es que sí, hace mucho que no me divierto.
-Pues te recojo ya mismo. Estáte lista.

Me preparé rápido y me maquillé un poco. Justo llamaron a la puerta y salí a por Liam.
-Vámonos.

Otra vez cogimos su coche y me llevó a su casa.

Tomamos una copa de vino y Liam se acercó a poner una canción lenta. Estuvimos bailando un rato, y cuando acabamos, nos sentamos en el sofá.
-Ha estado muy bien-dije riendo como una tonta a causa del alcohol.
-Sí, ¿bailamos otra vez?
-¿Subimos arriba mejor?
-Una mejor idea.

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